HEXAGRAMA Nº 27. I / LA
NUTRICIÓN
Trueno al
pie de la montaña; abajo movimiento, arriba detención: imagen de una boca
abierta (La Nutrición). El noble atiende a la idoneidad de aquello con que se
alimenta, y es circunspecto en sus palabras.
Afortunada
la perseverancia en la corrección.
Pon, oh
Yahveh, guarda a mi boca, vigila la puerta de mis labios; no inclines mi
corazón a cosa mala, a perpetrar acciones malvadas con los hombres que obran
iniquidad, ni guste yo sus golosinas. *
*Salmos 140(141), 3 y 4
LAS DIFERENTES LÍNEAS
LÍNEA Nº 1
Desestima
los propios recursos ambicionando los ajenos. Infausto.
“Dejas
escapar tu tortuga mágica mientras me miras a mí con las comisuras de los
labios caídas. Eso realmente no es honorable.”
LÍNEA Nº 2
Su deber
consiste en alimentar(se) según la norma de los de abajo, cuyo medio ocupa y en
donde halla concreta y consecuentemente, de qué y para qué. No obstante, muy de
otro modo, su persistente e iluso deseo de querencia para sí del alimento de la
colina (arriba), no hace otra cosa que labrarle trocha de segura desventura.
LÍNEA Nº 3
La
posibilidad de tal grado de desviación respecto del sentido correcto de la
nutrición, que objetivamente procede, presupone en principio, la necesidad de
adopción de medidas cautelares de prevención, que tutelen al respecto, durante
un período completo de tiempo: “Durante diez años no obres así”, pues se
contraviene demasiado el recto camino.
LÍNEA Nº 4
“Dirigirse
a la cumbre en busca de alimentación trae ventura…
-¡Eres cachorro de león, Judá!
¡De la presa has subido,
oh hijo mío!
Se ha agazapado, se ha
echado cual león,
y como una leona, ¿Quién le hará levantar?-*
…Espiar
en torno de sí como un tigre con los ojos aguzados, con insaciable avidez.
Ningún defecto.”
*Génesis, 49.9
LÍNEA Nº 5
No es
suficiente para aquello que necesitas: “No atravieses las grandes aguas.”
Desvíate del camino y aprovisiona perseverantemente de lo necesario para
llegar, por lo menos, con justas consecuencias. Ello en verdad, aportará
ventura.
LÍNEA Nº 6
Grandes
son en efecto las bendiciones que posee aquél cuya vida y hacienda tienen
asiento junto a la fuente de la Alimentación. Para él propician venturosamente
emprendimientos tales como el “cruce de las grandes aguas”, con la sola, pero
sine qua non conditio, de no apartar de sí la consciencia del peligro.
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