viernes, 10 de noviembre de 2017





HEXAGRAMA Nº 32. HENG / LA DURACIÓN


                Cuando Dios creó al primer hombre, El lo llamó Adán, pero después de darle su compañera, El lo llamó Ish (esposo), y a ella isha (esposa). El Altísimo colocó en él Su Nombre Yah (el Yod de Ish y el hé de ishá) diciendo: “Si ellos anduvieren en mis caminos y observaran mis mandamientos, Mi Nombre estará con ellos; Yo los preservaré de los males y de las aflicciones. En caso contrario, Yo les retiraré Mi Nombre y serán uno para el otro un fuego devorador”. Si el Yod falta en ish y el hé en ishá, queda la palabra esh (fuego). *
                        Cójase la fuerza, la movilidad y el coraje de un caballo de tronío, y póngase delante. Colóquese de apoyo en su zaga el ser de una brisa flexible y penetrante. Sellen los pares resolución, junta y fuero, con anillo de celeste pegamento, cuya recíproca inscripción sostenga: en el cambio, duración.
                        ¡Por el éxito sin falla, que propician perseverantemente, quienes unidos tienen a dónde ir!

* Comentario al casamiento extraído del Sidur Ha-Mercaz.
      (Oficio de la mañana del sábado), Veavraham, Siv.
                       
                 
  LAS DIFERENTES LÍNEAS
LÍNEA Nº 1
                        ¿Quién labró la tierra, sembró, regó y cosechó en el mismo día (tiempo)?
                        “La desventura de una duración demasiado apresurada proviene de que, ya al comienzo, pretende uno demasiado.”

LÍNEA Nº 2
                        “Fuerte, central y duradero en lo recto”, es un piropo para un hombre que, seguramente va a seguir siéndolo.
                        “Se desvanece todo arrepentimiento.”

LÍNEA Nº 3
                        “… ¡Pero si no es más que un tarambana! ¿Adónde dice que va con él?... ¿Por cuánto tiempo? Ni caso hombre, ni caso: deriva sobre deriva…”  Fije y libere. 

LÍNEA Nº 4
                        Nada aquí que pueda conseguirse con la mera persistencia; faltan el conocimiento real y la consecuente adecuación.
                        “¿Cómo podría encontrarse venado en campo que no hay venado?”

LÍNEA Nº 5
                        No es la sumisa perseverancia inercial que prosigue sin solución de continuidad  lo acostumbrado el valor aquí y ahora exigible, sino el más profundo y flexible compromiso del deber por el deber.
   
LÍNEA Nº 6
                        Mientras persisten los vientos cruzados en la prominencia, ¿hablamos de la veleta en el tejado?, ¿de títeres volatines?, ¿de fantasmas de papel?... En cualquier caso, de poco peso.
                        Demérito.















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