HEXAGRAMA Nº 52. KEN / EL AQUIETAMIENTO
"Entonces Moisés hizo salir del
campamento al pueblo al encuentro de Elohim, y ellos se pararon al pie de la
montaña." *
Representa
al signo Ken el punto en el cual la tensión de lo propio se satura y reposa
para ulterior inflexión.
Pues
detención, detente, recógete, aquieta todos tus sedimentos, los que
corresponden a tu cuerpo y los que a tu espíritu y a la elaborada síntesis que
de ambos tengas, elévate de sobre ello, de sobre ti, contémplate en tus
circunstancias específicas hasta el momento concreto en que ahora eres. No
proyectes el futuro. Nada esperes. Mira a ese o esa que se te queda debajo y al
núcleo de sus seres y sus relaciones, objetivamente, con desapego, lo que eres,
y reposa la sedimentación con la permanencia en la altura. Cuando te muevas
será a tu tiempo.
* Éxodo 19.17
LÍNEA Nº 1
Detente
ahí y ahora donde todavía no se te imputa defecto por pérdida de rectitud. Sé
verdadera y duraderamente perseverante.
“Aquietamiento
de los dedos de sus pies.”
LÍNEA Nº 2
Central,
pero dependiente dentro de la dinámica general de la situación, no logra
hacerse oír arriba respecto del desequilibrado sentido del movimiento. “Su
corazón no está contento.”
LÍNEA Nº 3
No se
consigue el armónico aquietamiento del ser, aherrojando el vigor por la
cintura, el corazón sin sentido se agita peligrosamente sofocado.
LÍNEA Nº 4
Comienza
a recoger la tensión de la paz, en sí mismo: “Aquieta su tronco.” Sin defecto.
LÍNEA Nº 5
“Como
consecuencia de su actitud central y correcta”, él “Aquieta sus mandíbulas.”
“Entonces las palabras tienen orden” y “El arrepentimiento se desvanece”:
Su no, es
no. Su sí, es sí. Y las razones muy sopesadas en su fundamento real.
LÍNEA Nº 6
Posee tan
profunda y equilibrada introyección de la ley de movimiento y reposo, que
consigue el aquietamiento general, perfectamente, en la situación de mayor
eficacia.
“Aquietamiento
magnánimo ¡Ventura!”
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