sábado, 14 de junio de 2014





TING

 EL CALDERO ORACULAR 
DE YI CHING
(I)











HEXAGRAMA Nº 4. MENG / LA IGNORANCIA JUVENIL
(Abajo K’an, manantial. Arriba Ken, montaña)

  



                        Arriba está el sabio, la montaña; abajo el niño en el medio, el serrano manantial, al pie. Entre ambos el movimiento de la vida que fluye con naturalidad y entrega al orden superior de la civilización.

                        La ignorancia en el medio es peligro que el aprendiz vence en virtud del movimiento de sincera y humilde entrega al maestro. La perseverancia propicia: éxito.

                        “No soy yo quien busca al joven necio, él es quien ha de venir en mi busca, en la forma adecuada. Si pregunta una vez, doy respuesta, la respuesta. Mi magisterio es la enseñanza y amo. Pero si ligero, terco o dubitativo pregunta más veces lo mismo, es molestia; y si molesta, no contesto. Ha de aprender conforme a la verdad.”



  
 LAS DIFERENTES LÍNEAS




LÍNEA Nº 1

                        La ignorancia es cerco de confusión que entreteje hierros donde yace encadenado el necio. La Ley es la disciplina con la que el sabio disuelve el hierro y escalona los elementos de la confusión, para que por ellos suba el necio, de su baja condición, a hombre.

                        “Es propicio disciplinar al hombre a fin de evitar su persistente postración.”


LÍNEA Nº 2

                        El joven diestro toma la alternativa.

                        “El hijo es apto para el gobierno de la casa.”

                        Soportar al necio con suave indulgencia, saber tomar a la mujer, acarrea ventura, pues con ello se afirma la relación entre firme y blando.


LÍNEA Nº 3

                        Infiel para con lo propio, vive vano abandono tras la fuerza que pasa. ¿Ha de encontrarse algo propicio en ello?

                        “No habrá de tomar una muchacha que ve a un hombre de bronce y no mantiene el dominio de sí misma.”


LÍNEA Nº 4

                        La insensatez “del pocas luces” es como un tiro de boomerang cuya causa cinegética fuera su propio arrojador y su golpe la humillación.

                        “Únicamente ella está alejada de lo real más que ninguna otra cosa.”


LÍNEA Nº 5

                        Para la natural ignorancia infantil, el antídoto de la sabiduría se compone básicamente de, humildad, entrega y ductilidad, y se llama ventura.

     

LÍNEA Nº 6

                        Cuando ni advertencia ni la prohibición son suficientes para corregir la terca inclinación del mal, es preciso emplear el castigo. En la aplicación del mismo, deberá tenerse en cuenta, que la punición a su vez, no contenga elemento alguno de transgresión.

                        El sentido del castigo labora, puramente, para la corrección del mal y la restauración del orden









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